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En su visita a Estados Unidos, el presidente Gustavo Petro sorprendió con un mensaje directo hacia el Gobierno norteamericano:
“Respetuosamente solicito a Estados Unidos no entrometerse en la política interna de Colombia”.
Con estas palabras, el mandatario defendió la soberanía del país y marcó distancia frente a cualquier posible injerencia externa. Petro subrayó que la cooperación internacional es clave, pero no debe confundirse con intervención en decisiones políticas que corresponden únicamente a los colombianos.
Este pronunciamiento ocurre en un contexto clave, cuando las tensiones políticas crecen de cara a las elecciones presidenciales de 2026. El llamado de Petro abre un nuevo capítulo en la relación bilateral y genera debate sobre hasta dónde llega la influencia de EE. UU. en Latinoamérica.
Para algunos analistas, este discurso refuerza la imagen de independencia de Petro en el escenario internacional. Para otros, podría tensar las relaciones diplomáticas en un momento en que Colombia necesita apoyo en temas económicos y de seguridad.